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El preocupante aumento de la miopía en niños y adolescentes

Los expertos están preocupados por el rápido aumento de la miopía en niños y jóvenes, debido principalmente a factores externos.1 El lado positivo es que hay formas de frenar su desarrollo con el «control de la miopía».

El aumento de la miopía es especialmente notorio en Asia, donde un número superior a la media de niños y jóvenes son miopes. Es casi habitual ver niños usando lentes. Afortunadamente, la situación en Europa es mejor, ya que sólo el tres por ciento de los niños en edad preescolar, el once por ciento de los niños de entre 7 y 10 años y el 20-30 por ciento de los niños de entre 11 y 17 años presentan miopía. 2-8

Sin embargo, estas cifras siguen siendo preocupantes. Los expertos predicen que en 2050 habrá unos 4.800 millones de personas miopes en todo el mundo. La miopía elevada9, es decir, una deficiencia visual superior a menos cinco dioptrías, podría afectar a unos 940 millones de personas. De acuerdo con el Informe Mundial publicado por la OMS, en 2020 había unos 2.600 millones de personas miopes en todo el mundo, de las cuales 312 millones eran menores de 19 años.10

Lo alarmante es que la miopía puede causar graves daños en los ojos, incluida la retina. Este daño puede incluso llevar a sufrir desprendimiento de retina o ceguera, o bien afectar el nervio óptico (dolencia conocida como glaucoma).

Señales de miopía progresiva en niños y adolescentes

Por encima del diez por ciento, la prevalencia de la miopía en niños y adolescentes es ya elevada en muchos países del sudeste asiático. La prevalencia de la miopía entre los jóvenes estudiantes alcanza aproximadamente el 90 % en algunas regiones de China.11 Y esta tendencia podría pronto darse en otras regiones también. Por lo tanto, los padres deben prestar mucha atención a las primeras señales de miopía.

Indicios de posible miopía en niños

  • Frotarse con frecuencia los ojos
  • Problemas para leer pizarras o pantallas en clase
  • Sostener pantallas digitales o libros delante de la cara para ver con nitidez
  • Estrabismo frecuente
  • Dolores de cabeza habituales

Recuerda que los propios niños no siempre son conscientes de estas señales. La visión limitada les resulta normal, ya que no conocen otra manera de ver. El cerebro humano les permite incluso adaptarse bien a las deficiencias visuales. Sin embargo, se ha demostrado que la miopía afecta de forma negativa la calidad de vida y las oportunidades educativas de un niño.12

Por lo tanto, es esencial visitar al especialista en salud visual o al óptico con regularidad. Solamente un especialista puede determinar si hay miopía o es inminente su aparición. De ser así, pueden sugerir un curso de acción o tratamiento.

Causas de la miopía en niños

El desarrollo de la visión de un niño es una compleja interacción de diversos procesos de adaptación del ojo, que tiene lugar principalmente durante los primeros meses y años de vida. Según los conocimientos de los que disponemos actualmente, la retina controla estos procesos de adaptación y garantiza que la potencia de refracción del ojo y su longitud coincidan a la perfección.

A medida que el niño crece, también lo hacen los ojos. Si todo sucede según lo previsto por la naturaleza, el niño crece con una visión normal (emetropía). Si este proceso se desequilibra, se producen alteraciones de la visión, cuya forma más común es la miopía. Se produce cuando el ojo crece demasiado en comparación con el poder de refracción de sus medios refractivos (córnea, cristalino, humor acuoso y cuerpo vítreo).13

Se recomienda realizar una prueba oftalmológica y ortóptica completa inicial a los niños antes de que cumplan dos años, ya que la visión se desarrolla con especial rapidez en los dos primeros años de vida. De este modo, las deficiencias visuales pueden detectarse precozmente y mitigarse con un tratamiento adecuado.14

¿Por qué la miopía está aumentando en niños y adolescentes?

Pero, ¿por qué ha aumentado tan drásticamente la miopía en niños y jóvenes en las últimas décadas? Nuestro estilo de vida cambiante juega sin lugar a dudas un papel decisivo. La miopía tiene un componente genético y es muy probable que se transmita de padres a hijos (un progenitor miope duplica el riesgo de que su hijo desarrolle miopía; si ambos progenitores son miopes, el riesgo se quintuplica). Sin embargo, las influencias externas han tenido recientemente un impacto significativo en las cifras.

Uno de los principales factores es probablemente el estilo de vida urbano, sobre todo en las grandes ciudades asiáticas. En estas metrópolis, muchos niños pasan la mayor parte del día dentro de casa, sin exposición a la luz natural. A una edad muy temprana, utilizan smartphones y tablets durante interminables horas. Incluso los parques de juegos están situados en zonas cubiertas de grandes centros comerciales.

Hoy en día, las tablets y los smartphones son indispensables, pero los padres deben procurar que los niños se mantengan sentados a una distancia mínima de 30 centímetros de las pantallas, hagan descansos frecuentes y reduzcan al mínimo el tiempo que dedican a los dispositivos digitales.

Las mismas precauciones son válidas para la lectura de libros: sostener el libro demasiado cerca de los ojos puede provocar miopía a largo plazo o empeorar la existente.

Niños miopes: estrategias de prevención de la miopía

Para reducir el riesgo de miopía, los niños no deben pasar demasiado tiempo mirando un smartphone o la televisión, ni realizando actividades que impliquen concentrarse en algo cercano durante mucho tiempo.

Cuando los niños utilicen tablets o libros dentro de casa, su tiempo frente a la pantalla debe combinarse siempre con amplias pausas para esparcimiento, lo ideal es que sean al aire libre y, preferiblemente, acompañadas de actividad física. Las investigaciones han demostrado que los niños que pasan tiempo al aire libre con frecuencia son menos propensos a padecer miopía o los afectados muestran una progresión más lenta.15Por ello, se recomienda que los niños pasen al menos dos horas diarias al aire libre con luz diurna. Esto se aplica a todos los grupos etarios.

También es importante saber que el riesgo de miopía (grave) es mayor si las primeras señales aparecen antes de los siete años de edad.16Una regla empírica basada en diversos estudios establece que si un niño sigue teniendo una refracción lejana superior a +0,75 dioptrías a los seis años o superior a +0,5 dioptrías de los siete a los diez, el desarrollo de su crecimiento longitudinal ocular puede calificarse de normal. Si el valor se encuentra por debajo o incluso en el intervalo negativo, el niño corre el riesgo de padecer miopía.17

Prevención: los niños y jóvenes deben someterse a revisiones oculares periódicas.

Cualquiera que use lentes sabe que los problemas de visión pueden variar con el tiempo, sobre todo en los niños en edad de crecimiento. Sin embargo, si la miopía empeora más de 0,5 dioptrías en un plazo de seis a doce meses, la causa podría ser una miopía progresiva.

Los niños mayores de cinco años deben someterse a una revisión ocular al menos una vez al año para detectar precozmente cualquier problema de visión o miopía progresiva rápida. Puede hacerlo un especialista en salud visual, un optometrista o un óptico, según las especificidades y la normativa de cada país. Un examen ocular válido para niños requiere el uso de colirios que, por ejemplo en Alemania, solo pueden realizar los oftalmólogos.

Además de las conocidas pruebas oculares tradicionales, los profesionales de la salud visual pueden utilizar ahora dispositivos optométricos de última generación, como un biómetro, para medir la longitud axial del ojo del niño o adolescente y realizar una refracción objetiva.

Control de la miopía: opciones de tratamiento para la miopía progresiva

Existe una serie de opciones que permiten retrasar la progresión de la miopía en niños y adolescentes. Si un niño ya usa lentes o padece miopía progresiva, un especialista en salud visual o un optometrista debe elaborar un plan de tratamiento individualizado. Este denominado plan de control de la miopía puede incluir colirios farmacéuticos, lentes especiales con prescripción o lentes de contacto especiales para el día o la noche.

Además de los planes de tratamiento, sigue siendo importante que los padres procuren que su hijo pase sistemáticamente más de dos horas diarias al aire libre. Al mismo tiempo, deben limitar el tiempo de permanencia de niños y adolescentes frente a tablets, computadores, smartphones y libros de lectura y cómics.

La colaboración entre el profesional de la salud visual y el óptico es crucial para determinar el tratamiento óptimo, ya sea mediante el recurso de dispositivos visuales, tratamientos farmacológicos o una combinación de ambos. El objetivo general es retrasar la progresión de la miopía mediante un control específico de la miopía e, idealmente, reducir el crecimiento ocular hasta alcanzar el nivel de los ojos no miopes, o acercarse lo más posible a eso. Esto puede evitar, por ejemplo, valores de prescripción muy elevados y los riesgos que conllevan para la salud ocular.

Un programa de control de la miopía incluye una historia clínica completa del paciente que abarque los factores de riesgo, pruebas adecuadas y evaluación del riesgo, así como medidas de tratamiento y recomendaciones sobre la conducta. Todo ello debe ser determinado conjuntamente por el niño y sus padres que, de ser posible, deberán colaborar estrechamente con un profesional de la salud visual y un optometrista o un óptico. También es esencial que las revisiones periódicas se adapten al estado de refracción individual del niño y, en caso de que sea necesario, al método de tratamiento respectivo.

  • 1The impact of myopia and high myopia: report of the Joint World Health Organization–Brien Holden Vision Institute Global Scientific Meeting on Myopia, University of New South Wales, Sídney, Australia, 16-18 de marzo de 2015 – ISBN 978-92-4-151119-3.
  • 2Alvarez-Peregrina C, Martinez-Perez C, Villa-Collar C, et al. Prevalence of Myopia in Children in Spain: An Updated Study in 2020. Int J Environ Res Public Health. 2021; 18(23): 12375. doi: 10.3390/ijerph182312375.
  • 3Brandt M, Meigen C, Truckenbrod C, Vogel M, et al. Refraktionsstatus in einer deutschen pädiatrischen Kohorte: Eine Querschnittsanalyse der LIFE Child-Daten. Optometry & Contact Lenses. 2021; Vol 1(1): 6-13. doi.org/10.54352/dozv.HISM2127
  • 4Czepita D, Zejmo M, Mojsa A. Prevalence of myopia and hyperopia in a population of Polish schoolchildren. Ophthalmic Physiol Opt. 2007; 27(1): 60-5. doi: 10.1111/j.1475-1313.2006.00419.x.
  • 5Klaver C, Kneepkens S, Polling J, et al. (4-7 de septiembre de 2022). Prevalence of myopia in the current young generation in the Netherlands [presentación en conferencia]. International Myopia Conference, Rotterdam, NL.
  • 6Lundberg K, Suhr Thykjaer A, Søgaard Hansen R, et al. Physical activity and myopia in Danish children – The CHAMPS Eye Study. Acta Ophthalmol. 2018; 96(2): 134-141. doi: 10.1111/aos.13513
  • 7Matamoros E, Ingrand P, Pelen F, et al. Prevalence of Myopia in France: A Cross-Sectional Analysis. Medicine (Baltimore). 2015; 94(45): e1976. doi: 10.1097/MD.0000000000001976
  • 8McCullough SJ, O’Donoghue L, Saunders KJ. Six Year Refractive Change among White Children and Young Adults: Evidence for Significant Increase in Myopia among White UK Children. PLOS ONE 2016; 11(1): e0146332. doi.org/10.1371/journal.pone.0146332
  • 9Holden B A, Fricke T R, et al. Global Prevalence of Myopia and High Myopia and Temporal Trends from 2000 through 2050[J]. Ophthalmology, 2016, 123(5):1036.
  • 10Organización Mundial de la Salud. World Report on Vision. 2020.
  • 11The impact of myopia and high myopia: report of the Joint World Health Organization–Brien Holden Vision Institute Global Scientific Meeting on Myopia, University of New South Wales, Sídney, Australia, 16-18 de marzo de 2015 – ISBN 978-92-4-151119-3. 
  • 12Sankaridurg P, Tahhan N, Kandel H, et al. IMI impact of myopia. Invest Ophthalmol Vis Sci. 2021;62(5):2.
  • 13Vgl. Troilo D, Smith EL 3rd, Nickla DL, Ashby R, Tkatchenko AV, Ostrin LA, Gawne TJ, Pardue MT, Summers JA, Kee CS, Schroedl F, Wahl S, Jones L. IMI – Report on Experimental Models of Emmetropization and Myopia. Invest Ophthalmol Vis Sci. 28 de febrero de 2019;60(3):M31-M88.
  • 14Vgl. BVA / DOG: Leitlinie Nr. 2 Augenärztliche Basisdiagnostik bei Kindern in den ersten zwei Lebensjahren. Online verfügbar unter: Microsoft Word – Leitlinie Nr. 2 Augenärztliche Basisdiagnostik bei Kindern in den ersten zwei Lebensjahren.doc (dog.org), abgerufen im Juni 2023.